¿Qué es una constelación?
Básicamente una constelación no es más que una zona del cielo delimitada de una forma muy precisa y que permite ubicar de manera muy concreta cada estrella, planeta o galaxia que se observe dentro de ella. Pero esta delimitación no responde a ningún patrón en concreto. A pesar de que la división de la bóveda celeste en constelaciones es mundialmente aceptada, en realidad no es más que una división totalmente arbitraria y artificial. Además los cuerpos que forman las constelaciones no guardan ninguna relación entre sí, desplazándose a velocidades y en direcciones muy diferentes con relación al Sol. La agrupación de estos astros no es más que fruto de una asociación arbitraria que tiene su origen en el mundo antiguo.
Hacia el año 5.600 a.C. los astrónomos babilonios crearon cuatro constelaciones para marcar los grupos estelares que marcaban los solsticios y equinoccios, aunque las primeras referencias de constelaciones datan del año 16.000 a.C. en Sumeria. En el año 275 a.C. el poeta griego Aratus hacía mención en su obra "Phenomena" a 48 constelaciones arbitrarias de objetos o animales con un claro sentido mitológico, una idea muy alejada del actual concepto de constelación. Para los astrónomos las constelaciones son áreas fijas en el cielo limitadas por líneas paralelas al ecuador y los meridianos celestes, que sirven para dividir la bóveda celeste en diferentes regiones. Es decir, que básicamente las constelaciones, lejos del valor simbólico y mitológico, no son más que regiones del firmamento.
Actualmente la AIU (Astronomical International Union) establece la división del cielo en 88 zonas o constelaciones que delimitan con precisión las diferentes regiones de la esfera celeste. Pero no siempre han sido 88. La lista llegó a 110 hacia el siglo XIX, pero muchas de ellas desaparecieron o cambiaron, y otras fueron rechazadas por la comunidad astronómica.
Estas son las constelaciones aceptadas hoy en día:
- Andrómeda
- Antlia
- Apus
- Aquarius
- Aquila
- Ara
- Aries
- Auriga
- Boötes
- Caelum
- Camelopardalis
- Cancer
- Canes Venatici
- Canis Major
- Canis Minor
- Capricornius
- Carina
- Cassiopeia
- Centaurus
- Cepheus
- Cetus
- Chamaeleon
- Circinus
- Columba
- Coma Berenices
- Corona Australis
- Corona Borealis
- Corvus
- Crater
- Crux Australis
- Cygnus
- Delphinus
- Dorado
- Draco
- Equuleus
- Eridanus
- Fornax
- Gemini
- Grus
- Hercules
- Horologium
- Hydra
- Hydrus
- Indus
- Lacerta
- Leo
- Leo Minor
- Lepus
- Libra
- Lupus
- Lynx
- Lyra
- Mensa
- Microscopium
- Monoceros
- Musca Australis
- Norma
- Octans
- Ophiuchus
- Orion
- Pavo
- Pegasus
- Perseus
- Phoenix
- Pictor
- Pisces
- Piscis Australis
- Puppis
- Pyxis
- Reticulum
- Sagitta
- Sagittarius
- Scorpius
- Sculptor
- Scutum
- Serpens
- Sextans
- Spica
- Taurus
- Telescopium
- Triangulum
- Triangulum Australis
- Tucana
- Ursa Major
- Ursa Minor
- Vela
- Virgo
- Volans
- Vulpecula
¿Cómo localizarlas?
Encontrar constelaciones es mucho más sencillo de lo que pueda parecer en un principio. Para interpretar una carta estelar o un mapa no se precisan conocimientos técnicos ni contar con un equipo de observación complejo, basta con la propia vista. Siguiendo un planisferio se pueden distinguir a simple vista muchos de los astros que aparecen en él, aunque lo más recomendable es disponer de unos prismáticos.
Ten en cuenta...
- Contaminación lumínica: es el peor enemigo de todo observador del cielo, se produce en zonas urbanas por lo que es recomendable huir de ellas y mirar el firmamento desde una zona rural deshabitada, preferiblemente un monte donde se tenga un gran campo visual.
- Cuestión de perspectiva: debemos tener en cuenta que un mapa o carta celeste son reproducciones a escalas muy reducidas. En un plano las estrellas aparecen muy cercanas unas de otras, pero en el cielo las distancias son mucho mayores, y esto puede llevarnos a confusión.