Sirio, Can Menor y Can Mayor
Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, forma un triángulo casi equilátero con Procyon (en la constelación del Can Menor) y Betelgeuse (en Orión). Al ser una constelación prominente del Hemisferio Sur, el Can Mayor solo resulta visible unos meses al año en latitudes próximas a los 45º norte. En el antiguo Egipto, la reaparición matinal de Sirio se correspondía con las crecidas del Nilo, lo que la hacía una estrella de gran importancia.
Sirio es una estrella ligeramente más grande que el Sol (1,8 veces su diámetro), pero es considerablemente más brillante, con una luminosidad 23 veces superior. Es muy azul y su temperatura superficial alcanza los 10.000 ºK. Se encuentra a una distancia de 8,7 años-luz de la Tierra. Tiene una compañera célebre, Sirio B, que fue la primera enana blanca observada. Sirio B es el remanente de una estrella muerta, formada por materia degenerada con una densidad asombrosa de 125 kg/cm³. Resulta invisible con instrumentos pequeños debido a su extrema debilidad.
Procyon, cuyo nombre en griego significa "perro delantero", es también una estrella doble, y al igual que Sirio, su compañera es una enana blanca. Está a 11,3 años-luz de distancia. En esta región también se encuentra M41, un bello cúmulo abierto fácil de observar con prismáticos, que añade interés a esta constelación.
